ALGO DE HISTORIA
El Perro de Montaña de los Pirineos es originario de Francia, los escritos más antiguos - que tenemos conocimiento- que relatan la existencia de la raza de perros de Montaña de los Pirineos datan de 1350, dónde aseguraban la guarda de los castillos de Foix, de Orthez y de Carcasona. Igualmente se señala su presencia en 1407 para la guarda del castillo de Lourdes. Pero, utilizar los perros de Montaña de los Pirineos para las rondas entre las fortificaciones de los castillos, para las expediciones guerreras, o como guardián de prisiones corresponde asignarle una función de dogos y, es explotar una bien mediocre parte de las posibilidades de protección, de iniciativas y de responsabilidades que han formado esta raza y que han influenciado su carácter y su comportamiento en el curso de los siglos hasta hoy. Si ellos hubieran sido seleccionados para tales usos en el curso de la historia, nuestros Montañas de los Pirineos actuales serían feroces molosos. Sin embargo, criados por los humildes pastores de las montañas, han quedado como los orgullosos protectores de ovejas y corderos.
En el siglo XIV, Gaston Phoebus mantenía los perros de Montaña de los Pirineos porque los utilizaba para la guarda de sus castillos pirenaicos. Como gran conocedor de las razas caninas, anotó sus observaciones en su célebre "Libro de la caza", capítulo XXI: "Del mastín y su naturaleza":
"El mastín es una especie de perro que todos hemos visto.
Los mastines tienen por oficio y por instinto guardar el ganado y la casa de su dueño.
Y es una buena naturaleza de perros pues defienden y guardan con todo su poder lo que pertenece a su dueño, pero son de "vilaine" talla (talla no adecuada).
De ellos hay, sin embargo, que cazan todos los animales pero no los buscan pues no es su instinto".
Es más que verosímil que los "mastines" existentes en Béarn, Bigorre y País de Foix en 1380 sean los Montañas de los Pirineos medievales. ¿Cómo interpretar la "vilaine taille" que el autor les
atribuye?
Después de esta descripción y a la vista de las ilustraciones y estampas que acompañan el manuscrito original, el cinólogo Pierre Mégnin, en su obra "Los perros de pastor" en 1899, describe el Mastín de Gaston Phoebus como un perro intermedio entre el perro de pastor utilizado para la conducta de rebaños y el perro de Montaña con la función de defensa del rebaño. Esto supondría una evolución ulterior hacia una especialización de protección y de guarda para constituir la raza actual de Montaña de los Pirineos. Es igualmente posible interpretar el texto de Gaston Phoebus comprendiendo el término de "vilaine taille" desde el punto de vista del cazador, que estima que este perro no estaba hecho para la caza, sea que fuese demasiado grande, demasiado voluminoso o demasiado lento a la carrera..... En efecto describe, en este mismo libro lo que debería ser para él el animal ideal: "Debe ser mediano, ni demasiado grande, ni demasiado pequeño, y así sirve para todos los animales..." En cuanto a los dibujos que ilustran el manuscrito, podrían muy bien tratarse de los famosos perros creados por cruzamientos, de los cuales el gran apasionado de la caza que era Gaston Phoebus estaba particularmente satisfecho para la persecución de la caza mayor:
"Por cruzamiento de mastines y de perros corrientes, salen a veces buenos perros.
Por cruzamiento de mastines y dogos, salen a veces buenos perros para los jabalís, para los osos y para los lobos.
Por cruzamiento de lebreles, hay también buenos perros para el mismo objetivo".
Se ve por estas pocas líneas que no era precisamente la conservación y la pureza de la raza lo que importaba para este gran cazador. En el "Libro de la caza", que se impone en su campo después de
seis siglos, Gaston Phoebus concluye, para terminar su capítulo sobre los mastines pirenaicos, con estos comentarios:
"Hay buenos perros, cada uno según su naturaleza, pero como que, no son perros de cuyos defectos haré mención, no diré más, porque las cosas que hacen no son de gran maestría, ni de gran
provecho".
Estas últimas palabras deben ser comprendidas desde el punto de vista del cazador, sin embargo, nos informan mucho sobre los mastines pirenaicos medievales, que parecen presentar las mismas líneas de comportamiento que nuestros Pirenaicos actuales, o por lo menos con aquéllos aún en acción en nuestras montañas. Se pueden leer estos escritos del siglo XIV a la luz de los conocimientos que tenemos de la raza de los Montañas de los Pirineos contemporáneos. Son buenos perros, en los cuales se puede tener confianza para proteger casa y rebaños. Son valerosos, plantan cara a todas las situaciones de amenaza y agresión, ("guardan con todo su poder"), repelen todos los animales salvajes, a veces cazan hasta los límites de su territorio o un poco más allá, pero no insisten ("no buscan") y prefieren mantenerse en los alrededores del territorio o del rebaño donde asumen la guarda (lo que tienen "por oficio y por instinto"). En fin, es una buena naturaleza de perro, que hace bien lo que tiene que hacer.